Reflexión 1.-

A mis 22 años, un día y unas cuantas horas, hice un ejercicio que me propuso una amiga, y el resultado de este ejercicio fue el siguiente:

Después de 22 años, he recorrido un camino lleno de emociones, recuerdos y lecciones, estas ultimas las mas complicadas de asimilar, por que me las ha enseñado una maestra muy dura, la mas injusta de todas, la vida misma.

He pasado por la Felicidad en incontables ocasiones gracias a dios, la dicha ha llegado en momentos que no quisiera olvidar, y en cada uno de esos pasajes he encontrado las mismas constantes, la amistad y la familia; me considero muy independiente y hasta un poco distante, pero cómo me da fuerza la compañía de los que me apoyan y en quienes confió.

Pero reflexionando lo anterior, puedo asegurar que es en los momentos mas difíciles en los que una palabra, un gesto o una simple presencia me han dado las ganas, las fuerzas para seguir adelante.

No me arrepiento de ninguno de mis actos, y de muchos me siento orgulloso.

He tenido que cambiar, adaptarme a nuevos retos y responsabilidades, la fuerza de la palabra me ha inspirado en mas de una ocasión, el consejo es parte fundamental de la superación personal, caso curioso ya que no viene de tu ser.

A mis 22 años puedo decir que tengo amigos en quienes puedo confiar, lo cual es para mi muy importante, si bien por cosas del destino unos se han ido físicamente, su recuerdo me sigue, me guían sus pensamientos.

Soy afortunado, muy afortunado, my familia fue construida firmemente, con fe y cariño.

He de reconocer que: no controlo mis ideas, no conozco el limite de mis capacidad, veo al miedo como una motivación, tengo debilidad por los chinos, me encanta pensar en las posibilidades, me cuesta mucho expresar emociones complejas, trato de no pensar en el futuro, no se definir mi personalidad por completo, no me gusta equivocarme ni por un poco, confió demasiado en mi memoria y creo que la fe es una fuerza muy poderosa.

Me gusta agradecer, aprendí que es muy importante si quieres entender a la gente.

Con 22 años de vida estoy seguro que solo tengo un momento triste, solo hay uno que me hizo pensar en que no había mas que hacer por delante… a un año de ese momento revisando el tiempo pasado, confieso que aun me cuesta entender las sensaciones resultantes. Pero ya he encontrado un camino que me lleve hacia delante, con la frente en alto.

Considero a mi música como una acompañante fiel y en momentos necesaria.

A mis 22 años, un día y unas cuantas horas… he retrocedido para encontrarme con mis recuerdos, esos que me llevare cuando me valla, los buenos por supuesto.

Y en fin..

 

Vida Rock y Futbol…